PREPARÁNDONOS PARA UN LARGO VIAJE
Durante los últimos años, con el auge del turismo y la posibilidad de viajar cada vez más y más lejos, se ha hablado mucho sobre el “Síndrome de la Clase Turista”.
Para informarnos bien y no alarmarnos en vano recurrimos a la Dra Andrea Odzak (MN 97994) médica del Servicio de Clínica Médica del Hospital Argerich, quien nos aclara algunas dudas y nos aconseja como prevenir algunos problemas comunes en un viaje de varias horas.
El “Síndrome de la clase turista” es un término que se aplica a la posibilidad de padecer un evento tromboembólico venoso en un contexto de viaje en avión. Cabe recordar que todo viaje de larga distancia de más de 12 horas tanto sea en auto, tren o avión, puede predisponer a este síndrome. Según algunos estudios publicados, el riesgo de padecer una trombosis en viajes largos es baja, 2 veces mayor que la de la población que no viaja.
El tromboembolismo venoso es la formación de un coágulo (trombo) en territorio venoso, mayormente en miembros inferiores, existiendo la posibilidad que el trombo o una parte de él se desprenda e impacte en la circulación pulmonar generando de esta manera un tromboembolismo de pulmón.
Para que se produzca una trombosis deben existir condiciones predisponentes, muchas veces más de una de ellas concurren en un mismo paciente:
- Escasa movilidad de los miembros inferiores
- Trastornos preexistentes como várices en miembros inferiores, insuficiencia cardíaca, obesidad o enfermedades oncológicas en actividad
- Antecedente de cirugía, internación o postración recientes (6 semanas antes)
- Embarazo y/o uso de hormonas (anticonceptivos)
- Antecedentes personales de trombosis
Si bien no hay evidencias científicas sobre por qué se producen trombosis en los viajes largos de avión, se considera que los cambios de presión barométrica, humedad ambiente en el avión, factores de coagulación y deshidratación relativa podrían tener algún rol en esta patología.
Para la mayor parte de los viajeros, sólo tomar algunas precauciones puede ser suficiente para prevenir este síndrome:
Medidas generales:
- Evitar la quietud excesiva durante el vuelo: caminar cada 1 o 2 hs, durante el vuelo y en conexiones en aeropuertos
- Realizar pequeños ejercicios contrayendo los músculos de las pantorrillas y flexionando las rodillas en el asiento cada 1 o 2 hs
- Viajar con ropa cómoda y holgada, evitando prendas ajustadas que impidan la circulación sanguínea.
- Beber suficiente agua
- Evitar consumo de sustancias que generen mayor inmovilización (alcohol, pastillas para dormir)
- Usar medias de compresión graduada hasta la rodilla en casos de viajeros con factores predisponentes para la trombosis. Estas medias facilitan que no se edematicen las piernas y disminuirían en número de eventos trombóticos en viaje. Se compran en comercios específicos, con graduación de compresión desde el tobillo hasta la rodilla entre 15 y 30 mmHg
Viajar con ropa y calzado cómodo
Medidas específicas:
Sólo se utiliza medicación preventiva antitrombótica (heparina) en pacientes de muy alto riesgo de trombosis y queda a juicio del médico tratante. La aspirina no previene la trombosis.
Sin dudas el tromboembolismo de pulmón es la situación clínica más compleja, potencialmente mortal, en lo que respecta al “Sindrome de la clase turista”. Pero cabe destacar que los pocos estudios científicos realizados demuestran que en vuelos de más de 10.000 km de distancia hay solo 5 casos de Tromboembolismos de pulmón x millón de pasajeros que arriban.
Por último, si tenés dudas no dejes de consultar a tu medico antes de viajar!!!
Le agradecemos a la Doctora Andrea Odzak por su gentil colaboración y su asesoria
Fuente bibliográfica: Up to date 2016. “Prevention of adult thromboembolism in adults travelers”